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Desde 2006, ONU-Hábitat trabaja con varios socios locales e internacionales en Darfur para desarrollar tecnología de construcción con bloques de suelo estabilizado (BSE). El ladrillo cocido es la tecnología de construcción predominante, pero su producción ha contribuido a la escasez de agua y a la deforestación generalizada (un tercio de los bosques de Darfur se perdió entre 1973 y 2006). La construcción con BSE consiste en ensayar y preparar el suelo, prensar la mezcla en una máquina compresora de accionamiento manual y, a continuación, extraer el bloque y dejarlo curar. Los BSE tienen tres ventajas principales en comparación con el ladrillo cocido:
La experiencia en Darfur también demuestra que los programas de formación son tan importantes como el desarrollo de nuevas tecnologías de construcción. La formación de formadores ha difundido las técnicas de construcción en las principales ciudades, pueblos y aldeas, y hasta ahora más de 1.800 personas han recibido formación sobre las ventajas y el proceso de los bloques de suelo estabilizado. Se han construido edificios piloto de demostración para mostrar las capacidades y beneficios de esta nueva tecnología.
La experiencia del BSE pone de manifiesto la urgente necesidad de que la política de vivienda de los países africanos reconozca que los materiales de construcción son una aportación fundamental para una vivienda asequible. En toda África se puede hacer mucho más para reducir el coste y aumentar la accesibilidad de los materiales de construcción, al tiempo que se aprovecha su capacidad para contribuir a las economías locales y proporcionar oportunidades de empleo. Además, el aumento de la oferta de viviendas asequibles debe lograrse de una manera que sea ambientalmente sostenible y no afecte negativamente a los ecosistemas y recursos naturales locales, internacionales y del continente.
En Francia, el sector de la vivienda social necesita una gran cantidad de mano de obra cualificada para la renovación energética de sus viviendas. El sector ha propuesto la creación de una Escuela de Bajo Carbono para la Vivienda Social. La Unión de Organizaciones de Vivienda Social (USH) ya dio pasos en esta dirección en 2020 a través de un curso masivo abierto en línea sobre gestión energética. Propuso ampliar este esfuerzo mediante la creación de un observatorio de bajas emisiones de carbono para las viviendas sociales, el establecimiento de un punto de referencia nacional para la eficiencia energética en las operaciones para viviendas sociales y la investigación sobre los procesos y materiales de construcción para mejorar el ahorro de energía y el rendimiento con bajas emisiones de carbono.
Una administración de la vivienda eficiente y cualificada es un prerrequisito para la modernización del parque de viviendas que se está deteriorando rápidamente en Asia Central. Dado que el mercado profesional de la administración de viviendas no se ha desarrollado lo suficiente, es crucial mejorar las condiciones legales de la administración de viviendas, reforzar el papel de los administradores de viviendas cualificados en el mantenimiento de alta calidad de los edificios residenciales, y apoyar la renovación de la eficiencia energética. Dentro del proyecto de vivienda profesional, la formación es ofrecida por la Iniciativa de Vivienda para Europa del Este (Initiative Wohnungswirtschaft Osteuropa – IWO), el Centro Europeo de Formación para la Vivienda y la Industria Inmobiliaria (EBZ) de Alemania, la asociación SHANYRAK de entidades de gestión, servicios y servicio de energía en el sector de la vivienda Nur-Sultan, de Kazajstán, la Asociación de las Organizaciones de Gestión Profesional y Servicio de Fondos de Vivienda de Uzbekistán y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de Kazajstán. Esta formación se imparte para aumentar la profesionalidad y mejorar las capacidades organizativas e institucionales de las organizaciones intermediarias empresariales que se ocupan de cuestiones relacionadas con la vivienda y la eficiencia energética.