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En Etiopía se está desarrollando la certificación de la posesión de la tierra en dos fases: una forma menos compleja y otra más completa.
En Lesotho se están estudiando los arrendamientos primarios, demarcados y registrables, con diferentes niveles de tecnicidad, y la creación de registros de la tierra previos a su registro.
Los derechos de ocupación se aceptaron en Mozambique como derechos plenos equivalentes a los derechos de tierra registrados tras la aprobación de la Ley de Tierras en 1997. Además, las pruebas orales equivalen a las pruebas del título.
En Namibia se está implementando la tenencia flexible de la tierra, según la cual los títulos iniciales individuales que se basan en el grupo pueden convertirse posteriormente en títulos individuales.
En Ruanda se ha propuesto el registro formal a nivel nacional sólo cuando las parcelas tengan más de 5 hectáreas; en caso contrario, se utilizarán métodos de registro locales.
En Tanzania, las licencias residenciales en zonas urbanas pueden convertirse en títulos completos más adelante.
En Uganda existen dos opciones (título de propiedad y certificado de ocupación) para la misma parcela de tierra.
Desde principios de la década de 1990, se ha experimentado con los fideicomisos comunitarios de tierras (CLT, por sus siglas en inglés) como medio para proporcionar un acceso asequible a la tierra para la vivienda y otros fines relacionados en las ciudades secundarias de Kenia. Los CLTs combinan las ventajas de la tenencia comunal con los méritos de la propiedad individual orientada al mercado. Al retener un grupo la propiedad de la tierra y permitir a los miembros que sean titulares de arrendamientos del título grupal, se pueden controlar las transferencias de la tierra y desalentar la especulación. Los principios básicos del CLT son los siguientes: